jueves, 1 de diciembre de 2016
Caperucita en Argamasilla
Había una vez una niña que su madre le habia mandado llevar a casa de la abuela de Argamasilla,unas chuches para que las repartiera a todos los niños de este lugar. La abuela era una ancianita adorable, que daba chuches a todos los niños y adultos que veía. Caperucita que así se llamaba la niña fue camino a casa de la abuela. Su casa estaba muy lejos de la de la abuela, pero ella empezó su camino muy alegre. Estaba por el Parque de la Vaca cuando un anciano cruel, que todo el mundo de ese pueblo sabía que no tenía que fiarse de él se paró a hablar con ella para que le diera las chuches, que él se encargaba de llevárselas a la abuela. Caperucita aunque era muy buena chica era un poco ingenua y vaga, así que se la dio a este anciano y se fue con sus amigas. Este se fue a un sitio donde no le pudiera ver la gente para comerse las chuches. Al rato la abuela llamó a la madre de Caperucita y le dijo que cuando iban a llevarles las chuches. La madre llamó a Caperucita y le dijo que porque no había ido a llevarle la cesta a la abuela, la niña se lo explicó a su madre, y las dos fueron corriendo a la policía para que cogieran al anciano cruel para que le comprara otras y para que perdonara a la abuela y a Caperucita. Así fue, la abuela ya pudo repartir las chuches como habitualmente hacía.
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